Soy Javier Esteban, profesor de Meditación y Yoga en Madrid (Espacio Kendra) y alumno de Danza Consciente/Sanar Bailando desde la primera clase.
Desde hace mucho que quiero escribir mi experiencia como alumno y dejarla reflejada en la web para hacer justicia a todo lo bueno que me ha aportado y me sigue aportando cada semana.
Bailar con libertad es muy liberador, es una experiencia única y maravillosa en la vida que todas las personas deberíamos tener y practicarla. ¡Yo diría a diario aunque fueran unos minutos o si no cada semana como mínimo! Pero bueno sé que cada cual tenemos y creamos nuestras circunstancias…y a veces no nos permiten o no nos permitimos tener todo el tiempo que nos gustaría para nosotros mismos.
Por lo que he comprobado al preguntar de manera directa o sugerir a las personas que se vengan a bailar a Danza Consciente…¡hay mucha gente con vergüenza o miedo al ridículo! Lo entiendo porque a mi me pasaba lo mismo al principio pero de verdad que luego cuando rompes esas cuerdas que nos bloquean y nos vuelven rígidos/as sienta tan bien…¡que merece mucho la pena!
Como la mayoría de profesores de Yoga y Meditación que practican o tratan de practicar una vida meditativa y consciente tenía y aún tengo la tendencia a ser más introspectivo, ya que trato de sentir cada situación y actuar de una manera adecuada y en equilibrio. Esto es algo que en general me hace sentir muy bien pero gracias a las clases de Danza Consciente he descubierto que tiene el riesgo de perder la creatividad y ser más espontáneo, natural y fluir con la Danza de la Vida.
Y eso es lo más valioso que me llevo grabado en cada clase, el poder cerrar los ojos y moverme con toda la libertad para expresar lo que siento, las emociones por las que estoy pasando, los distintos movimientos de energía que están dentro y fuera de mí y que puedo dibujar con mis brazos, piernas, cadera y también con mis manos sin ningún tipo de censura o prohibición…¿acaso hay mayor Libertad que esa?
Creo que al final cualquier persona tiene esa añoranza, la de ser libre y poder hacer o crear lo que quiere experimentar en cada momento de su vida, y eso puede hacerse a través del movimiento terapéutico o la danza-terapia que ha creado Giuliana para después facilitar que esa libertad para crear nuestras vidas se extienda a nuestro día a día y seamos más felices.
Las clases comienzan con una relajación y un poco de movimiento orgánico para aterrizar y sentir bien nuestros cuerpos antes de comenzar a moverlos. Hacemos estiramientos suaves o pequeños ejercicios de Yoga que desbloquean la cadera, las escápulas, el cuello, las piernas…he notado desde hace a tiempo que muchas veces me paso la primera parte de la clase bostezando y al contrario de lo que se pueda pensar en el hablar común no se trata ni de sueño ni de hambre ni aburrimiento si no de una sensación de bienestar y relajación que oxigena mi cerebro, expande poco a poco mi conciencia descendiendo la frecuencia de pensamiento para prepararme a bailar desde mi cuerpo y no desde mi mente o si se quiere entender de otra forma desde una mente más meditativa, relajada y profunda que me permite ser más creativo.
Después generalmente comenzamos una danza libre y luego depende mucho de la clase, ya que Giuliana nos hace diferentes propuestas de movimiento o técnicas relacionadas con la medicina china, movimiento orgánico, teatro (psicodrama), danza chamánica, masajes y auto-masaje, anti-gimnasia, psicología…hemos hecho tantas dinámicas y tan creativas que sería imposible enumerarlas aquí. A veces escribimos o dibujamos cómo nos hemos sentido durante nuestra danza , otras veces compartimos con la/el compañera/o…¡es algo que tienes que experimentarlo en persona para comprenderlo!
O quizás nunca se llegue a comprender del todo racionalmente…pero sí sentimos sus efectos y la alegría que nos produce. Las clases crean un sentimiento de grupo al mismo tiempo que cada una/o tiene su propio espacio para expresarse y decidir en qué medida quiere compartirse con las demás personas.
Solemos terminar en círculo tomando una infusión, un poco de agua o zumo o quizás algo para picar como unos frutos secos o unas tortitas de manzana. Cogemos una carta inspiradora de varias barajas que tenemos que nos aporta un mensaje o una cualidad para ese día o esa semana y nos despedimos ¡con una sonrisa hasta el próximo día!
Si estás buscando clases de Biodanza en Madrid, movimiento terapia, danzaterapia. movimiento orgánico o clases de movimiento consciente en Madrid o si lo que estás buscando es una técnica para liberarte del stress, bailar tus emociones y quieres hacerlo de manera divertida…ésta es tu clase 😉
Que disfrutes de la Danza de la Vida y…
¡Hasta pronto!